La Fusión de la Ciencia y el Arte
Para el descubrimiento de la mecánica cuántica, era esencial la tecnología para controlar la luz. Para las teorías sobre inteligencia artificial, era indispensable contar con una capacidad de cómputo superior a los teraflops.
El concepto de 'cuantificación del sexto sentido', central en la filosofía de nuestra empresa, fue inicialmente inspirado por una afirmación en un libro de texto que leyó el fundador de ThinkX durante sus años de estudiante: 'la medición científica es el sexto sentido'. Este concepto se refiere a la idea de cuantificar lo que llamamos 'inteligencia supercognitiva' —lo que sólo el cerebro humano, el único 'constructor' en el universo equipado con universalidad computacional, posee.
Si asumimos que el propósito primordial de la existencia humana en el universo es evolucionar el cerebro y contribuir a la evolución general del universo a través de su única capacidad computacional,
podemos ver el 'arte' producido por humanos, que exhibe cierta complejidad computacional y genera artificialmente qualia, como un producto intelectual. Es un paradigma natural que este arte se convierta en objeto de medición científica natural en el siglo XXI.
La inteligencia de máquina, habiendo agotado la imitación de la inteligencia mediocre en la primera mitad del siglo XXI, entrará en una fase de aprendizaje dirigida a replicar la 'inteligencia supercognitiva' en la década de 2030. En otras palabras, la importancia de la existencia humana depende de esta 'inteligencia supercognitiva', que sigue siendo inimitable incluso después de que toda forma de inteligencia mediocre haya sido replicada.
La clave de esto es la expansión de la universalidad computacional en sí misma, lograda mediante una mayor comprensión del reduccionismo cuántico, y la tecnología de software —es decir, algoritmos— que actúan como leyes físicas dentro de los ordenadores.
El desarrollo de los ordenadores no es solo una contribución de ingeniería al desarrollo autónomo de la civilización, sino también un cambio en nuestra interpretación de la naturaleza y los valores.
Este momento copernicano que denominamos 'fusión de la ciencia y el arte' es evidente. En la fórmula simple propuesta por el lógico matemático Kleene, conocida como hiperaritmética, podemos interpretar 'X' como representante de los humanos o de la 'inteligencia supercognitiva' humana.
En términos llanos, los ordenadores —o la civilización máquina— experimentarán una evolución infinita a través de nuestro 'arte' humano. Afirmamos que esto representa el propósito de la existencia humana en el universo y constituye la proposición fundamental del 'arte'.